martes, 24 de abril de 2012

BIBLIOTECA DEL SEXO – FASCÍCULO No. 3 EL GRAN SECRETO DEL AMOR

En el Amor hay un secreto, y éste nos parece que ha  sido muy bien estipulado por Sigmund Freud: “SUBLIMACIÓN, dijo, de la Energía Creadora, mirar el sexo con profundo respeto”.   Obviamente, el hombre y la mujer son como dos partes de un mismo Ser; el hombre salió del Edén acompañado de su esposa, y debe regresar al Edén con su misma esposa. Con otras alabras diríamos: “El hombre salió del Edén por las puertas del sexo, y solamente por esa puerta puede retornar al Edén” (el Edén es el mismo sexo).
       
¡Qué ingentes Poderes se despertarían si la humanidad aceptara el Sistema de BrownSequard ode la “Sociedad Oneida”, o del Doctor Krumm Heller, sistemas fundamentados en las viejas tradiciones de las civilizaciones antiguas! Esto es algo que los médicos, los hombres de ciencia podrían investigar; nosotros nos limitamos, sencillamente, a pensar, que de la Transmutación y Sublimación de la Energía Creadora, deviene una transformación PsicológicaFisiológica-Biológica radical.
        
Lo principal es  saber amar; sin Amor no es posible realizar todos estos prodigios. Observe usted, caro lector (a) que junto a los grandes hombres, aparecen siempre las grandes mujeres: Junto al Buddha Gautama Sakyamuni, está Yasodhara, su bella esposa-discípula; junto al Divino Rabí de Galilea, aparece María Magdalena... Obviamente, no sería posible para los grandes hombres realizar gigantescas labores como aquéllas que han permitido cambiar el curso de la Historia, si no estuviesen acompañados a su vez por alguna gran mujer.
        
El hombre y la mujer, en realidad de verdad, reiteramos, son los dos aspectos de un mismo Ser; eso es claro. El Amor, en sí mismo, deviene de lo ignoto de nuestro Ser; queremos decir en forma enfática, que dentro de nosotros mismos, allá en las profundidades más íntimas, poseemos nuestro Ser. Éste reviste características  trascendentales de Eternidad, éste es lo Divinal en nosotros...
         
El Amor es la fuerza que emana precisamente de ese Prototipo Divinal, existente en lo hondo de nuestra Conciencia; es un tipo de Energía  especial capaz de realizar verdaderos prodigios...  El Amor, en sí mismo, es algo Divino. Pero, hay que saber amar; desgraciadamente, el ser humano no sabe amar.
        
Muchas veces, el hombre trata muy mal a la mujer en su primera noche de bodas; no quiere comprender que la Virginidad es Sagrada, y que hay que saberla respetar; podría decirse que viola a su misma mujer. No quiere entender que  hay que saber tratar a la mujer con sabiduría, que hay que saber llevarla por el Camino del Amor...
        
En la vida cotidiana, riñen muchas veces hombre y mujer; riñen por cuestiones insignificantes, riñen... El hombre dice una cosa,  la mujer otra. A veces, sucede que una palabrita es suficiente para que uno de la pareja reaccione, no saben controlarse a sí mismos, no quieren entender que el Hogar es el mejor Gimnasio Psicológico.

Precisamente, en la vida del hogar podemos Auto-descubrirnos; es en el hogar donde venimos a descubrir nuestros defectos de tipo psicológico.  ¿Nos hieren? ¿Por qué nos hieren? ¿Será que tenemos celos, será que nos han herido el amor propio, será que nos han herido el orgullo, la vanidad, o qué? Cuando uno descubre que tiene un defecto psicológico, tiene también laoportunidad para desintegrarlo, para reducirlo a polvareda cósmica. Eliminando nuestros errores, nuestros defectos, un día de esos tantos podremos lograr el despertar de la Conciencia.
        
Desgraciadamente, la gente no quiere eliminar sus defectos; dicen: “Yo soy iracundo, ése es mi modo de ser”. Otro dice: “Bueno, Yo soy celoso,  así soy, ¿y qué?” El de más allá exclama: “¡Yo! soy lujurioso, me gustan las mujeres; así soy, así nací, y qué?” Con ese modo de pensar, con ese modo de sentir, no es posible lograr una transformación verdadera...
       
 Cuando uno reconoce que tiene un defecto psicológico debe eliminarlo. Pero uno viene a descubrir que tiene tal o cual error, precisamente en la casa, en el hogar, por eso es que el hogar sirve de Gimnasio Psicológico para nosotros.
        
Muchos se quejan de que sus mujeres... Que son irascibles, de que son celosas; desean conseguirse otra mujer que sea un Paraíso, que sea un Ángel bajado de las estrellas, etc. No quieren entender que el hogar es un “Gimnasio” extraordinario, y que es allí donde podemos nosotros Autodescubrirnos. Precisamente en el hogar tenemos la oportunidad para descubrir nuestros errores, y si lo logramos, conseguiremos el despertar de la Conciencia.
        
Hay que saber amar; en la casa debe reinar siempre la comprensión entre el hombre y la mujer; no debe esperar el hombre que la mujer sea perfecta; tampoco la mujer puede aspirar que el hombre sea un “príncipe azul”; hay que aceptar las  cosas como son, y tener a la casa como una Escuela donde podemos autodescubrirnos.
        
A medida que nosotros vayamos eliminando tantos y tantos defectos psicológicos que tenemos, la felicidad del hogar irá aumentando; y si un día nos tocó sufrir mucho, después ese hogar se convertirá en un Paraíso... Los celos, por ejemplo, es algo que daña el hogar; el celoso “hace de una pulga un caballo”. Si la mujer mira por ahí a alguien, ya está sufriendo, ya le parece que tiene relaciones con otro hombre, etc., etc., etc. (errores de su mente, pero él los  toma como realidades)... La mujer celosa es lo mismo: hace sufrir al varón; no puede éste mirar a ninguna otra mujer, porque ya ella está sufriendo y formando terrible escándalo dentro de la casa; por ese camino de los celos, se sufre demasiado...
       
 Si uno en verdad investiga cuidadosamente  el origen de los celos, descubrirá que se deben ellos precisamente al temor. Se teme perder lo que más se ama: la mujer teme perder al hombre, el hombre teme perder a la mujer; cree la mujer que el hombre se va con otra, supone el hombre que la mujer se va con otro, y claro, vienen los sufrimientos y los dolores; mas si nosotros eliminamos el temor, los celos desaparecen...
        
¿Cómo podríamos nosotros eliminar el temor de perder al ser amado? Únicamente mediante la Reflexión, mediante la Meditación. Pensemos que en realidad de verdad, nosotros no vinimos al mundo acompañados del ser amado, que solamente nos recibió el doctor-partero o la partera; que tampoco trajimos al mundo dinero ni bienes materiales; es claro que a la hora de la muerte tampoco nos vamos a ir acompañados; la mujer o el hombre, alguno habrá de quedarse aquí, mientras el otro parte para la Eternidad. Así que la muerte nos separa desde el punto de vista físico; por eso dicen los Sacerdotes cuando realizan un matrimonio: “Os declaro marido y mujer, hasta que la muerte os separe”...

En realidad de verdad, tarde o temprano llega la muerte; así es, nosotros al morir no nos llevamos para la Eternidad ni un alfiler, ni una moneda, nada de lo que tenemos, tampoco nos podríamos llevar al ser amado con cuerpo y todo. Entonces, ¿por qué tememos? Debemos aceptar las cosas como son, no debemos tener apegos materiales ni personales, porque el momento del desapego suele ser terrible. Uno sufre cuando se apega a algo, sea una persona, sea alguna cosa; siempre sufre, por eso no debemos tener apegos de ninguna especie, ni temer ¿qué tememos?

                              www.acegap.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario