jueves, 7 de junio de 2012

BIBLIOTECA DEL SEXO – FASCÍCULO No. 19 EL COITUS RESERVATUS

Ha llegado el momento en que la humanidad, no sólo debe saber, sino comprender que puede llegar a conquistar la perfección total: amor, paz, felicidad, etc., etc. es lógico que para realizar este gran trabajo, se requiere un gran anhelo espiritual y voluntad propia. Pero lo más importante es saber utilizar, para lograr todo esto, el poder que se encuentra depositado en el sexo. El poder sexual es definitivo para realizar este trabajo. De allí que el sexo se le denominara en los antiguos tiempos y aún hoy día, “Roca de escándalos y piedra de tropiezo”, pues es allí donde está concentrada toda la energía cósmica que usamos, lamentablemente de manera mecánica y que desperdiciamos, sirve para hacer creaciones de mucha trascendencia, como la formación del “Hijo del Hombre” en nuestro propio corazón. Es el sexo trascendental, la puerta de entrada al reino de la sabiduría. 
         
Es urgente y necesario conocer y saber manejar ese órgano maravilloso que nos convierte en verdaderos reyes de la creación. Aprovechando toda esa substancia extraordinaria, la podemos transformar en valores energéticos, foháticos y conscientivos que elevan el Nivel de Ser y nos convierten en verdaderos Hombres, en el término exacto de la palabra. El aprovechamiento de esta poderosísima energía, debe marchar paralelamente, al trabajo de la desintegración de todas esas entidades abominables  o factores infrahumanos, como la ira, el orgullo, la pereza, la lujuria, la envidia, la codicia, la gula, con sus miles de derivados, que hacen de nosotros los seres más cuitados, desgraciados, crueles, viles, etc.,  porque dañan todas las actividades de  nuestra vida diaria, llevándonos a cometer errores que hacen de la vida una cadena de dolor. 
         
Todo lo que hace la gente tiene relación con el sexo: la religión, la política, el cine, el arte, el concierto; todas las actividades sociales sólo son  un pretexto, pues lo que nos lleva a esas actividades es la fuerza  sexual que hace que en esos lugares se encuentren varones y mujeres; es en sí el sexo, el  centro de gravedad de todas las actividades humanas. El sexo es nada más y nada menos que el “punto de apoyo” del que nos hablara Arquímedes: “Dadme un punto de apoyo y moveré el universo”. Porque  el poder sexual es la fuerza maravillosa e incomparable, que nos permite una transformación cuando se utiliza el Suprasexo: “Conexión phalo - útero sin eyacular jamás el Ens Seminis”. 
         
Cuando se practica el Suprasexo se terminan los pretextos, y se deja de ser una  máquina pensante, porque se utiliza esa fuerza en forma consciente, y se pone al  servicio nuestro, y así se trascienden leyes cósmicas que nos rigen y gobiernan. 
         
La Suprasexualidad hoy es estudiada, investigada por psicólogos, psico - analistas, humanistas, psiquiatras, médicos, etc., etc. por ejemplo, el humanista católico, Paul Chanson, en sus investigaciones científicas de la sexología humana al servicio de la moral cristiana, ha divulgado  dos  importantes  libros: el primero, “El arte de amar” y  posteriormente, “El arte de  amar y la continencia conyugal”. En estas dos obras formativas, el científico analiza con respecto a la Suprasexualidad, que este sistema se ha comenzado a divulgar profusamente en Europa, y dice que ante el serio problema de la superpoblación mundial y los peligros que representan los sistemas artificiales para el control de  “la natalidad”, el sistema del Coitus Reservatus (Suprasexualidad) es altamente recomendable como benéfico para las parejas. Al respecto el Dr. Chanson dice: “El Coitus Reservatus consiste en la unión reservada de los cónyuges, reducida a la unión íntima de los cuerpos, pero procurando evitar la eyaculación seminal. Con ello, aunque la penetración sea completa y se prolongue indefinidamente, ninguna de las partes experimenta el placer venéreo decadente después de la  unión, sino todo lo contrario, un fortalecimiento manifiesto”. 
         
Para alcanzar este objetivo, el humanista citado dice: “Hace falta que la unión se haga en modo lento, controlando y evitando las excitaciones violentas, guardando todo su simbolismo para que en realidad se pueda decir que los dos llegan a ser una misma carne” 
         
También expresa: “Hay que reconocer que no es fácil llegar a esta meta, pero ésto se lograría si los esposos ejercieran esta unión reservada desde los primeros años de su vida conyugal”. 
         
Tanto Chanson como los partidarios del método “Coitus Reservatus” demuestran que el mencionado sistema está llamado a “armonizar y a humanizar” las relaciones matrimoniales, fomentando el amor íntimo entre los esposos, su ayuda mutua, atenuando los impulsos de la concupiscencia carnal, lo cual  conlleva a controlar la gestación y a ejercer de una manera digna la paternidad responsable”. 
         
En Francia, este método del Suprasexo ha sido acogido con entusiasmo creciente, y ha encontrado promotores fervientes no sólo en el laicado católico, sino también en las filas del clero. Así tenemos, entre otros, el libro del sacerdote dominico Féret, “El arte de amar y la vida espiritual cristiana”, que ensalza la doctrina de Chanson como una invención magnífica. 
         
El Dr. Pablo Chauchard, insigne psicólogo francés, condena como desamorizantes todas las prácticas anticonceptivas artificiales y en su obra “Amor y anticoncepción”, dedica elogios significativos a los sistemas de Suprasexualidad en la pareja. Para él, la continencia amorosa y la sublimación de la libido, es una resultante de la necesidad que los matrimonios tienen que aprender a dominar para humanizar la unión y como punto fundamental para controlar la concepción. 
         
La Dra. Alice Stockham, M.D., impulsó definitivamente el método Karezza en su libro “Karezza,  Ética del Matrimonio”, “…El cual tiene el don de restablecer la juventud, conservar la salud y hacer placentera la vida del hogar y suministrar todos los requisitos para la renovación física y psiquis del individuo”. La Dra. Stockham, acerca del método Karezza, o Coitus Reservatus, o Suprasexualidad, dice: “Cuando se practica Karezza no sobreviene el cansancio, ni hay sentimiento de debilidad ni de repulsión por el compañero. Cada uno anhela casi con fervor al otro. Sienten correr el vigor por sus venas y en su rostro asoman los colores rosados de la juventud. Se sienten tan felices y de tan buen humor como después de una comida completa. El magnetismo vibra y los ojos parecen luminosos; ésto es lo que Lloyd llama: “El elixir de larga vida”. Solamente Karezza brinda tanta armonía en el matrimonio, alta comprensión de los gustos de cada uno de los cónyuges y será necesariamente la causa para que desaparezcan los divorcios”.


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