viernes, 22 de junio de 2012

BIBLIOTECA DEL SEXO – FASCÍCULO No. 24 REGENERACIÓN Y SEXUALIDAD

Cuando el acto sexual entre los esposos es practicado sin la pérdida de su energía, entonces deja de ser una actividad agotadora, para  transformarse en una fuente inagotable de energía, algo así como un pozo de agua que jamás se seca. Es por ello que la mayor ocupación para los cónyuges es conseguir la transmutación de la energía sexual en pura energía espiritual; lo que se puede deducir que el celibato resulta tan perjudicial para la salud como los excesos desordenados de fornicarios.  
         
Los que se abstienen de las relaciones sexuales  van completamente en contra de la naturaleza, pues los dos Eternos Principios Masculino y Femenino no podrán complementarse ni armonizarse mutuamente. Cuando el Phalo no está activo se atrofia. 
         
Si la pareja aprende a controlar y a regular sus orgasmos durante la cópula, ésto les reportará grandes beneficios, porque la transmutación del semen en energía es sumamente beneficiosa para la salud de ambos. Por eso se ha dicho con gran verdad, que la conservación del semen se encuentra en el mismo corazón de las "artes de alcobas chinas" donde este arte consiste en suprimir las emisiones y hacer retornar el semen para que fortalezca el cerebro, alcanzando así la longevidad. 
         
A estas alturas de este Fascículo, los varones que lo están leyendo se estarán preguntando: ¿Qué placer puede haber en las relaciones sexuales sin eyaculación? Generalmente se supone que el varón obtiene un gran placer con la eyaculación; pero cuando se hace consciente de su energía sexual y de sus sustancias bio-químicas indispensables para la vida y su origen, empezará a detener la eyaculación. 
         
Tras eyacular, el varón se siente cansado, los párpados le pesan y desea dormir; tiene sed y desea descansar; sus extremidades están débiles y agarrotadas; al eyacular disfruta de un breve instante de sensación, pero luego ha de sufrir largas horas de fatiga física y psíquica. ¡Eso no es auténtico gozo sexual! Sin embargo, si el varón retiene su semen, su cuerpo se fortalecerá, su mente estará clara, y aunque el varón se niegue de la fugaz sensación de la eyaculación, el amor y atracción que existe por su mujer aumentará en gran manera; se sentirá que jamás se cansa de ella. ¿No es éste acaso el auténtico y duradero gozo de la sexualidad...? 
         
Al estudiar la historia de la sexualidad en el transcurrir del tiempo, encontramos que la sexualidad ha sido reprimida a través de los siglos debido a la absurda concepción de Sacerdotes célibes, que creían (o creen) que cualquier impulso sexual es pecaminoso; así se creó en el ser humano el permanente temor de caer en el pecado sexual; ésto ha sido la causa causorum de numerosas desviaciones sexuales, que si en un principio pasaron inadvertidas debido al puritanismo morboso, hoy han originado en la psiquis humana Sexopatías contraproducentes. 
         
El Gnosticismo enseña que la sexualidad es una función vital que repercute ampliamente  sobre la esfera psíquica del individuo. Pero hay algo trascendente y trascendental en el sexo, y es su aspecto Regenerador. Estudiando la vida de los animales hallamos cosas muy interesantes: Si a una serpiente la cortamos por la mitad,  podemos estar seguro que ella tiene poder de regenerarse; ésta puede desarrollar totalmente una nueva mitad con todos los órganos de la mitad perdida.  
         
La mayor parte de gusanos de tierra y mar tienen el poder de regenerarse constantemente. La lagartija puede regenerar su cola, y el organismo humano su piel. Pero el poder de regeneración es absolutamente sexual. El Ser humano puede crear dentro de sí mismo, en su mundo interior, sólo perceptible por quien ha dado  apertura a su Mente Interior, al Hombre Verdadero; y ésto sólo es posible utilizando sabiamente el poder sexual.  
         
Tal poder sólo es posible ponerlo en marcha dentro de nosotros si usamos lo que se conoce en Gnosis como la Transmutación Sexual. La clave de la Transmutación Sexual radica en la “unión sexual sin eyacular jamás el “Ens Seminis”. Quien practica esta clave es un Suprasexual.  
         
Con este tipo de Transmutación cualquier ser humano, no importa que tenga edad avanzada, puede regenerarse absolutamente. 
         
Transmutación Sexual significa que la substancia semínica, por la acción de la no eyaculación, se transforma en energía. Recuerde que la materia se transforma en energía; ya la Física Nuclear demostró en forma contundente, clara y definitiva, que toda materia es inmaterial.  
         
Con esta energía que se desprende de la sustancia seminal podemos crear conscientemente en nuestro Mundo Interior; la clave está en el amor ardiente de la pareja, pues, en realidad, no son hormonas o vitaminas de patente lo que se necesita para la vida, sino sentimientos verdaderos entre la pareja, para que a través de la conexión sexual sin eyaculación, surjan las más selectas facultades afectivas y eróticas entre ellos; esta es la clave que regenera a la pareja en lo físico, vital, anímico, mental, volitivo, espiritual y divino. 
         
Ha llegado la hora de mirar la función sexual, no como motivo de vergüenza, tabú o pecado, sino como algo infinitamente elevado, sublime y terriblemente Divino.     
         
La Transmutación del “Ens Seminis” en energía, actúa de tal manera, que nos transfigura radicalmente dando una acentuación ideal a lo sexual en el Alma de cada uno de nosotros. 
        
Así y sólo así alcanzarán la dicha del gozo sexual, que es un gozo legítimo de la pareja que se ama, y además, hacer retornar la energía Creadora hacia adentro y hacia arriba, significa de hecho entrar en el camino bendito de la regeneración Total a través de la Suprasexualidad. 
         
Un Maestro Sufi dijo: “En el Impulso Sexual, el hombre se coloca en la relación más personal con la naturaleza. La comparación de la sensación de la mujer, experimentada por el varón, o viceversa, con el consentimiento de la naturaleza, es realmente la misma sensación que brinda el bosque, la llanura, el mar, las montañas, sólo que en este caso es todavía más intenso, despierta voces más internas, provoca el sonido de  las cuerdas más íntimas, así llegamos al Éxtasis”. 
         
Entre los consejos  que nos han  dejado los Sufis tenemos éste: “Cuidaos, buen discípulo, de esa clase de sujetos que os aconsejan derramar el Vaso de Hermes (eyacular el “Ens Seminis”). Ellos pertenecen a la Magistratura Negra. No os dejéis seducir por sus dulces palabras, ni por sus exóticos modales, ni por los raros nombres con que se hacen llamar. Todo devoto que derrame el Vaso de Hermes cae en el abismo de la fatalidad, inevitablemente. Sed  vigilantes. Recordad que la Senda del Matrimonio Perfecto es la Senda del Filo de la Navaja. Esta Senda está llena de peligros por dentro y por fuera. Muchos son los que comienzan, pero muy difícil es hallar alguien que no se salga de la Senda”.


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