domingo, 17 de junio de 2012

CÓMO PROPORCIONAR A NUESTRO CÓNYUGE UNA RELACIÓN SEXUAL GOZOSA

En la sexualidad oriental se pone de relieve la importancia de que el varón retenga sus secreciones sexuales o “Ens Seminis” durante el coito. El propósito fundamental de este método es el de aumentar todo lo posible la cantidad de hormonas que segregan las gónadas sexuales durante la excitación sexual y eliminar radicalmente la pérdida de semen y hormonas a través de la eyaculación. Este método, que en chino se llama "HUAN-JING BUNAU", literalmente, retornar el semen para nutrir el cuerpo, ha sido ridiculizado a menudo por occidentales escépticos que se toman el término demasiado literalmente y fuera de contexto en vez de hacer un intento serio para comprenderlo. 
         
El mencionado nombre no quiere decir que el semen ascienda literalmente por la columna hasta llegar al cerebro; lo que significa es que los elementos esenciales del semen retenidos durante el trance sexual son reabsorbidos por el organismo, especialmente por los tejidos blandos de la próstata, desde donde pasan, naturalmente, a la corriente sanguínea  circulando por todo el organismo, "nutriendo" todos los órganos y tejidos, incluido  el cerebro. Es un hecho bien conocido por la Ciencia Médica que el Semen y los líquidos cefalorraquídeos se componen básicamente de los mismos elementos; de tal manera que la retención de las secreciones sexuales en el coito alimenta el cerebro al poner a su disposición una mayor cantidad de nutrientes esenciales. Obviamente, sin  duda alguna, las mujeres consiguen este mismo efecto si durante el coito retienen sus secreciones, o sea, si evitan el orgasmo. 
         
La reabsorción y la circulación por el organismo de los elementos esenciales del Semen y de las secreciones sexuales de la mujer, retenidos durante la conexión sexual, puede realizarse con gran precisión si tanto varones como mujeres, en el momento de la cópula hacen inhalaciones profundas. En ambos componentes de la pareja, la inhalación profunda produce un masaje rítmico en la próstata en él, y en ella en sus ovarios que favorece la absorción de los elementos esenciales del Semen retenido, favoreciendo su paso al torrente sanguíneo. La medicina oriental recomienda en esta práctica, proseguir con esta clase de respiraciones profundas después de las relaciones sexuales, ya que ayuda a restablecer cierto equilibrio tras la intensa excitación del sexo y, favorece considerablemente la circulación de la energía vital. 
         
"Todo hombre puede obtener salud y longevidad si practica la no eyaculación durante toda su vida", dijo el médico chino Sun Ssu-mo. Y manifestó que "la entidad seminal es el combustible que hace funcionar la sexualidad, y no sólo es la fuente de la capacidad física para mantener relaciones sexuales, sino que también lo es del interés sexual y del afecto emocional hacía el sexo opuesto". 
         
La medicina occidental afirma que "los varones responden a sus reservas de Semen poco después de la eyaculación, y que la capacidad de él para producir Semen es virtualmente ilimitada. Pero ésto es una generalización sumamente engañosa. Un escritor estadounidense al respecto dijo: "Basta comparar la eyaculación con la donación de sangre para advertir la falacia. Tras donar un litro de sangre, la persona se siente débil y fatigada durante uno o dos días, hasta que repone el volumen de sangre perdido. Los bancos  de sangre aconsejan a sus donantes que no den sangre más que unas cuantas veces al año, a  fin de evitar la fatiga crónica, la disminución de la resistencia y un excesivo esfuerzo del aparato circulatorio. Según los médicos chinos, lo mismo se aplica al Semen, salvo que la pérdida de éste es aún más difícil de compensar que la sangre". 
         
Y ésto se debe a que el organismo invierte una gran cantidad de energía para reponer totalmente las reservas de Semen y restablecer el correcto equilibrio hormonal tras una eyaculación. Un médico francés dijo: "Cuando la frecuencia eyaculatoria excede a la capacidad del cuerpo para reponer plenamente el Semen, el varón experimenta cansancio crónico, disminución de la resistencia natural, irritabilidad y otros síntomas de deficiencia de energía. Además, también pierde todo el interés sexual por su pareja, que muy bien puede sentirse con ganas de más actividad". 
         
No podemos negar que los jóvenes de veintipocos años son capaces de reponer el Semen más de prisa de lo que puede gastarlo, pero la idea de que esta capacidad se mantiene 
indefinidamente a lo largo de la vida adulta, es completamente errónea. Lo cierto es que la experiencia práctica ha demostrado que las relaciones sexuales sin eyaculación mantienen el interés del varón por el acto y también su capacidad para continuar indefinidamente.  
         
Estudios médicos realizados por la Sociedad Oneida, compuesta de médicos, paramédicos y personas afines, en los Estados Unidos, confirmaron que "los varones que eyaculan a diario una o más veces acaban volviéndose "débiles mentales", ya que el semen está compuesto en un 20% de líquido cefalorraquídeo. De tal manera que la eyaculación frecuente provoca una pérdida grave de los líquidos que el cerebro y la médula necesitan para un perfecto funcionamiento. La resultante deficiencia de líquido cefalorraquídeo puede dar lugar a trastornos tan corrientes como senilidad prematura, incapacidad de concentrarse, depresión crónica, pérdida del apetito sexual". 
         
Investigaciones médicas recientes han demostrado que toda eyaculación provoca una significativa perdida de cinc, un oligoelemento escaso pero esencial para el correcto funcionalismo de muchas actividades orgánicas. En consecuencia, la eyaculación conlleva una a deficiencia crónica de cinc, entre cuyos síntomas se encuentran pérdida de memoria, confusión mental, paranoia e hipersensibilidad a la luz. Esto parece confirmar las viejas "historias de comadres" en el sentido de que la Masturbación perjudica la Mente, debilita la Columna y conduce a la ceguera. 
         
Para el Gnosticismo Universal, el coito Suprasexual, o sea sin pérdida del Semen, además de sus beneficios terapéuticos para ambos sexos, expuestos por los modernos médicos en sus últimas investigaciones, dice que contribuye a establecer la armonía entre la pareja, permitiéndoles conquistar la Felicidad, no la amargura.  
         
Nada hay más perturbador para las buenas relaciones entre marido y mujer que la incapacidad de proporcionarse mutuamente una relación sexual gozosa. El estado divinal es 
fuera de toda duda, el de la dicha suprema que se alcanza en la unión sexual entre el Eterno Masculino y el Eterno Femenino cumpliendo la Ley Jehovística de "No Fornicar". o sea, no eyacular, como lo dice el Levítico XV.  "EL GOCE SEXUAL ES TERRIBLEMENTE DIVINO"…



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