sábado, 19 de mayo de 2012

BIBLIOTECA DEL SEXO – FASCÍCULO No. 16 CÓMO CONSERVAR LA POTENCIA SEXUAL

Dice el fisiólogo Rouband, sobre la penetración del Phalo en el Utero y el orgasmo lo siguiente: "Tan pronto como el miembro viril penetra en el vestíbulum, roza primero el Glans Penis en la glándula clítoris que se encuentra en la entrada del canal del sexo, y  que mediante su posición y el ángulo que forma, puede ceder y flexionarse. Tras esta primera excitación de ambos centros sensibles, se desliza el Glans Penis sobre los bordes de la vulva, el collum y el corpus Penis serán envueltos por las partes salientes de la vulva; hallándose por contra el Glans Penis más avanzado en contacto con la fina y delicada superficie de la mucosa vaginal, que es elástica al tejido eréctil que se halla entre las membranas individuales". 
         
"Esta elasticidad, que permite a la vagina adaptarse al volumen del pene, aumenta aún la turgencia y, por ende, la sensibilidad del clítoris, mientras que conduce a él y a la vulva la sangre que fuera expelida de los vasos de las paredes vaginales. Por otra parte, la turgencia y la sensibilidad del Glans Penis son aumentadas por la acción comprensora del tejido vaginal, que se torna cada vez más turgente. Además el clítoris  es presionado hacia abajo por la porción anterior del músculo compresor y encuentra la superficie dorsal del Glans y del Corpus Penis, se roza con los mismos y los roza, de manera que cada movimiento influye en la copulación de ambos sexos y, finalmente, sumándose las sensaciones voluptuosas conducen a aquel elevado grado de orgasmo, que por una parte provocan la eyaculación y por otra la recepción del licor seminal en la hendida abertura del cuello del útero". 
         
"Cuando se piensa en la influencia por el temperamento, la constitución, y una serie de otras circunstancias, tanto especiales como corrientes, que tienen sobre la facultad sexual, uno se convence de que no se halla ni con mucho solucionada la cuestión de la diferencia en la sensación del placer entre ambos sexos, y hasta que dicha cuestión, envuelta  entre todas las diversas condiciones, es insoluble; este es tan cierto, que hasta presenta dificultad el querer trazar un cuadro completo de las manifestaciones generales en el coito, pero mientras en una persona la sensación del placer se traduce sólo en  una vibración apenas perceptible, en otra alcanza el punto más elevado de la exaltación, tanto moral como física". 
         
“Entre ambos extremos hay innúmeras transiciones; aceleramiento de la circulación de la sangre, viva palpitaciones de las arterias; la sangre venosa, que es retenida en los vasos por la concentración muscular, aumenta la temperatura general del cuerpo y ese estancamiento de la sangre venosa, que de manera aún más pronunciada tiene su acción en el cerebro, por la contracción de los músculos del cuello y la inclinación hacia atrás de la cabeza, causa una momentánea congestión cerebral, durante la cual pierden algunos la razón y todas las facultades intelectuales". 
         
"Los ojos, enrojecidos  por  la  inyección  de  la  conjuntiva, se  tornan  fijos y de mirada  incierta, o como en el caso de la mayoría de las veces, se cierran convulsivamente, para rehuir el contacto con la luz (Esto es algo que está íntegramente comprobado). La respiración, que en unos es jadeante y entrecortada, se irrumpe en otros por la espasmódica contracción de la laringe, y el aire, retenido por algún tiempo, busca finalmente un cambio al exterior, mezclado con palabras inconexas e incomprensibles". 
         
"Como he señalado, los centros nerviosos congestionados producen sólo impulsos confusos. El movimiento y sensación muestran un desorden indescriptibles; los miembros son presa de convulsiones, a veces también de calambres, se mueven en todas las direcciones o bien se contraen y entumecen como barras de hierro; las mandíbulas apretadas hasta rechinar los dientes, y ciertas personas llegan tan lejos en su delirio erótico, que olvidándose por completo de la pareja, la muerden en estos espasmos de placer en el hombro hasta hacerla sangrar". 
         
"ESTE ES EL ESTADO FRENETICO, ESTA EPILEPCIA Y ESTE DELIRIO DE EROS,   duran acostumbradamente solo breve tiempo, pero el suficientemente largo como para agotar por completo la energía del organismo en el  “animal intelectual” que desconoce la Magia Sexual (“conexión Lingam-Yoni (Phalo-Útero) sin eyacular jamás el “Ens Seminis”) y para quien tal hiperexcitación ha de concluir con una pérdida más o menos abundante de esperma..." 
         
EL COITUS RESERVATUS: La base de la práctica de la Magia Sexual mencionada por el Dr. Rouband, es la práctica del Coitus Reservatus, en el cual el esperma que ha bajado del encéfalo hasta la región prostática, pero que no ha sido eyaculado, vuelve a su origen; esto es lo que los Taoístas han denominado "hacer volver la substancia " (Huan-Tsin). Sean cuales quiera las objeciones que se formulen  frente a la realidad de este retorno, no es menos cierto que los Taoístas concibieron un dominio cerebral de los instintos elementales que mantiene el grado de excitación genésica por debajo del umbral de eyaculación, y se da con esto al acto sexual un estilo nuevo y una finalidad distinta a la fecundación. 
         
Los biólogos han podido evidenciar a través de muchos años de observación y experiencia directa, que las glándulas sexuales no  son cápsulas cerradas, pues excretan e incretan hormonas. Esta palabra hormona, viene de una raíz griega que significa "ansias de ser", "fuerza de ser". Es ostensible el asombroso poder vital de las hormonas sexuales, ahorrarlas, incretarlas, hacerlas retornar hacia dentro y hacia arriba con el sano propósito de enriquecer la vida, no es un delito. Se ha podido comprobar plenamente que las increciones sexuales hormonales, intensifican la producción hormonal de todas las demás glándulas endocrinas. El torrente sanguíneo conduce hormonas  sexuales, las transporta, las pone en contacto con todos esos micro-laboratorios glandulares. No eyaculación del semen es radical para intensificar la increción hormonal. 
         
Resulta ostensible el espantoso sacrificio de la NO EYACULACION para las personas que tienen el vicio de la fornicación. Pero comencemos por comprender que la naturaleza no hace saltos; puede y hasta debe el principiante realizar el cambio poco a apoco. De ninguna manera es conveniente empezar con largas prácticas sexuales; el cambio debe realizarse en forma metódica y con muchísima paciencia, sin desmayar jamás.  UNA DE LAS MARAVILLOSAS VENTAJAS DE ESTE SISTEMA ES LA DE CONSERVAR LA POTENCIA SEXUAL DURANTE TODA LA VIDA. 

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