martes, 29 de mayo de 2012

BIBLIOTECA DEL SEXO – FASCÍCULO No. 17 EL MATRIMONIO Y LA ORDENANZA DE JEHOVÁ

 Y Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Hablad a los hijos de Israel, decidles: Cualquier varón, cuando su simiente manare de su carne, será inmundo". 
         
Es indispensable comprender que donde existe el “deseo animal” no puede existir el Amor,  porque el Amor y el deseo animalesco son incompatibles. Es necesario que comprendamos que el deseo de la pasión produce un engaño, pues, quien desea, cree estar enamorado, se siente enamorado, podría jurar que está enamorado. Ese es el engaño del deseo. Fíjese usted: Cuántas veces vemos parejas que "dizque se adoran", pero después de casados, ¿por qué el castillo de naipes se derrumba y qué queda? La triste realidad: aquellos que se creían enamorados, en el fondo se odian y el fracaso, después de satisfecho el deseo, es inevitable. Entonces sólo escuchamos quejas, lamentos, reproches y lágrimas. Ese es el caso patético de todos los matrimonios. ¿Entonces, dónde estaba el Amor? ¿Qué se hizo el Amor? Amar cuando hay deseo es imposible.  
         
El "Yo" es deseo, y el "Yo" es infrahumano, inhumano, bestial; por lo tanto el "Yo" no sabe amar.  El Amor tiene su clima propio, su sabor, su felicidad. Esto sólo lo conoce quien ya desintegró el deseo animal. El Amor no se parece a nada de aquello que la gente llama amor. Lo que la gente cree ser Amor, es tan sólo deseo engañador. El deseo es una sustancia engañosa que se combina en la mente y el corazón para hacernos sentir algo que no siendo Amor, nos hace creer firmemente que es Amor. Sólo la horrible realidad que se presenta después de consumado el acto sexual, o sea, satisfecho el deseo, viene a demostrarnos claramente que fuimos víctimas de un engaño. Creíamos estar enamorados y realmente no lo estábamos.  
         
EL "YO", LA CONCIENCIA Y EL AMOR: Si en los hogares sólo reinara el Amor y la Sabiduría, el mundo fuera un paraíso. Pero la humanidad no sabe Amar, confunde el deseo con Amor, y el Amor con el deseo. Sólo cuando la Conciencia se libera del "Yo", puede y sabe Amar. Para amar hay que tener la Conciencia emancipada, libre de "Yoes". Aquellos que tienen su Conciencia  libre de ira, lujuria, orgullo, pereza, gula, codicia, envidia, etc., etc., saben amar verdaderamente. El "Yo"  no sabe amar; el "Yo"  que hoy jura Amor es desplazado por otro "Yo" que no tiene ganas de querer. 
         
Ya sabemos que el "Yo" de la Psicología Experimental son los "Demonios Rojos de Seth" nombrados por los egipcios en "El Libro de los Muertos", es la Legión del poseso en el Evangelio Crístico; el “Yo” es pluralizado; y toda  esa sucesión del "Yo"  vive en batalla. Se dice que tenemos una mente, pero ciertamente lo que poseemos son muchas mentes, pues cada "Yo"  psicológico tiene su mente. Y así tenemos que el "Yo" que besa y adora a la mujer amada, es desplazado por otro "Yo" que la odia. Quien no ha emancipado la Conciencia del "Yo" no puede Amar, pero sí experimentará el deseo bestial de la lujuria."

Por la boca del ser humano que tiene la Conciencia embotellada en el "Yo", habla Legión de "Yoes"  que juran Amor; "Yoes"  que abandonan  a la adorada; "Yoes"  que odian; "Yoes" de los celos, de la ira, del rencor, etc., etc. Sólo la Conciencia sabe Amar.  
         
El "Yo" es la raíz de los conflictos y divorcios de las parejas; es la raíz de todos nuestros errores. Cuando es eliminado, sólo queda en nosotros la Conciencia, el Alma. Cuando el "Yo"  desaparece lo único que queda dentro de nosotros es eso que se llama Amor, adviene a nosotros la auténtica y legítima felicidad; se termina para siempre nuestra vida de amargura. 
         
El Amor es la religión más elevada. Y las parejas deben comprender Eso que se llama Amor. Realmente, el Amor es la única fuerza que puede salvar absolutamente al Matrimonio. El Sexo es la Piedra Básica sobre la cual tenemos que edificar el  Templo para nuestro Señor El Cristo. Por eso se nos ha dicho: “La piedra que desecharon los que edificaron, ésta fue hecha por cabeza de esquina: Por el Señor es hecho y es casa maravillosa ésto".  
         
Esta Piedra, el Sexo, es desechada por los Infrasexuales que presumen de perfectos, por monjes, monjas, sacerdotes célibes, prostitutas, homosexuales, masturbadores, abusadores del sexo, etc. Es realmente maravilloso que esta Piedra, considerada como tabú, pecado o sencillamente como instrumento de placer, sea puesta como “Cabeza de Esquina del Templo”. "Por lo tanto os digo que el Reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a la gente que haga los frutos de Él. Y el que cayere sobre esta piedra, será quebrantando; y sobre quien ella cayere, lo desmenuzará" (Mateo 21, 42-45). 
         
"Te doy Amor en el cual está contenido todo el Sumun de la Sabiduría" (Hermes Trismegisto). No son hormonas o vitaminas de patente lo que se necesita para la vida, sino auténticos sentimientos del tú y yo, y por ende  el intercambio de las más selectas facultades afectivas, eróticas, entre el varón y la mujer. Y este intercambio sólo es factible a través del secreto secretorum de los Sabios: "Conexión del Lingam - Yoni (Phalo-Útero) sin eyacular jamás el “Ens Seminis". 
         
Esta clave nos lleva a la unidad del Alma, y lo sexual pierde el carácter de  sospechoso y menospreciado que sólo se acepta secretamente y con cierta declarada vergüenza; por el contrario, es puesto al servicio de un maravilloso gozo de vivir. 
         
La ascética medieval rechazaba el sexo calificándolo como tabú o pecado. La nueva ascética se fundamenta en el sexo; es claro que el Matrimonio fuera del Adulterio y de la Fornicación es la clave de toda Felicidad y del auténtico Amor. 
         
"Conexión Phalo-Útero sin eyaculación del  "Ens Seminis", es evadirnos de la sombría corriente cotidiana del acoplamiento vulgar común y corriente y nos permite entrar en la esfera luminosa del equilibrio entre materia-espíritu. Pero hablemos claro y sin ambages: sólo renunciando a la concupiscencia animal (eyaculación seminal) en aras de la espiritualidad es fundamental para experimentar en forma íntima y directa el Suprasexo; este Suprasexo es verdaderamente el "Hilo de Ariadna" que ha de conducirnos de las tinieblas a la Luz, de la muerte a la inmortalidad, o sea, esta Suprasexualidad, nos permite influir conscientemente sobre nuestro mundo interior o anímico. 
         
Levítico 15, 1-2, el Señor Jehová nos dice que quien tenga "emisión (eyaculación) seminal" será inmundo; así pues, todo Matrimonio debe considerar, reflexionar y cumplir con esta Ordenanza, porque allí se prohíbe total y de manera absoluta el Espasmo Sexual. ¿Puede usted, señor Pastor, señor Sacerdote refutar esto o está en contra de la Biblia? 


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